Tal día como hoy, en el año 1327, Eduardo III es coronado rey de Inglaterra en la abadía de Westminster, a la tierna edad de catorce años. Sin embargo, el reino quedaría en manos de su madre, Isabel de Francia, y de su amante Roger Mortimer, que actuarían como regentes.
Eduardo III restauraría el poder real, muy debilitado tras el reinado de su padre, y sería el principal causante de la Guerra de los Cien Años al hacer valer sus derechos al trono francés por pertenecer a la familia de los Capeto por parte de madre.
Eduardo II, padre de Eduardo III, sería derrotado por una rebelión nobiliaria y obligado a abdicar en su hijo.