Mujeres

María Balteira

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Grabado de Luis Seoane

Hasta ahora nos hemos referido a mujeres que se dedicaban a la cultura en el ámbito religioso, pero esto no quiere decir que fuese su único campo de actuación. Si bien es cierto que es más sencillo encontrar referencias a ellas en estos casos, no podemos olvidar a las mujeres que se dedicaban al arte profano. Este es el caso de María Peres, “a Balteira”, una de las soldadeiras más destacada de la época medieval.
Reciben el nombre de “soldadeira” aquellas mujeres adscritas a la Corte con el oficio de cantar y bailar acompañando a los juglares, por lo cual recibían un sueldo o “soldada”. Poco se sabe de ellas, y en general su presencia está ligada a la visión negativa que se hace de las mismas en las cantigas de escarnio e maldizer gallego-portuguesas, donde su profesión aparece ligada en la mayor parte de los casos a la prostitución.
Poco se sabe, por tanto, de la propia María Balteira. Tenemos constancia de que era originaria de una familia de la pequeña nobleza de Armea (Galicia), y de que posiblemente terminase sus días en el monasterio de Sobrado, donde se conserva un documento de venta de una de sus propiedades a dicho monasterio fechado en 1257.
Casi toda la información de la soldadeira nos va a llegar en forma de cantigas que le dedican diversos trovadores, entre los que podemos incluir al mismo Alfonso X. A través de ellos vamos a conocer a una mujer que es el paradigma de todos los vicios condenados en su época: blasfema, jugadora y tramposa en el juego, libre en el sentido de yacer con clérigos y escolares, transmisora de enfermedades venéreas, supersticiosa,…
Como pasa con el resto de soldadeiras, poco vamos a saber de su arte. Frecuentó la Cortes de Fernando III y Alfonso X, y según las cantigas participaría en una Cruzada (aunque hay dudas sobre si sería la de 1248 o 1269), de lo que también da constancia el documento conservado en Sobrado. Los textos medievales hacen hincapié en su relación con la familia Beni Escaliola, arreces de Málaga, Guadix y Comares, especialmente con Fi de Escaliola del cual María Balteira habría sido amante. Hay tesis que indican que Alfonso X habría podido usar la soldadeira para sus fines políticos, especialmente durante la rebelión de la familia Beni Escaliola contra el reino de Granada que fue apoyada por el propio monarca.
Con el paso de los años y el decaimiento de su belleza, María Balteira va a quedar relegada al oficio de alcahueta cortesana. Es también en este momento en el que inicia su fervor piadoso, tras renegar en su juventud de Roma y defender que tan solo la Meca podía absolver. Se cuenta que en los últimos años de su vida estuvo siempre acompañada de un clérigo a sueldo, que la defendía del demonio.
Es difícil saber cuáles de los datos de los que disponemos se corresponden con el personaje real y cuáles de ellos son simplemente tópicos literarios con una intención satírica. Sea como fuese, la visión que se nos ofrece corresponde al imaginario masculino de la época: María Balteira es identificada con una ramera al no encuadrarse dentro de las opciones establecidas para ella como miembro de la nobleza, el convento o el matrimonio. Sin embargo, la existencia de personajes como ella nos trae la idea de la existencia de un espacio “libre” de las normas del sistema patriarcal, un territorio que, a pesar de las críticas, era puramente femenino.

María López Pousa

Recursos web:

Cultura galega, álbum de mulleres: http://www.culturagalega.org/album/detalle.php?id=97

Iconos medievales: http://iconosmedievales.blogspot.com.es/2014/11/la-historia-de-maria-perez.html

Soledad tengo de ti: http://soledadtengodeti.blogspot.com.es/2012/05/maria-perez-balteira-la-soldadera-de.html

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