Culturas lejanas · Deidades · Oriente · Pensamiento medieval

Harrán: cuna de la astrología latina medieval.

     Al sudeste de la actual Turquía entre las viejas rutas que unían Siria con la alta Mesopotamia se erige unas vastas ruinas recuerdo de una antiquísima urbe en la que pervivió el paganismo siglo más allá de la conquista musulmana (h. 640 d. C).

Harrán construccioens cónicas.jpg
Restos de Harrán. Se puede observar la típica techumbre cónica.

     Se ha identificado con el mismo lugar lugar donde sucede el relato bíblico del sueño de Jacob (Gen. 28: 10-19): Jacob de camino a Damasco decide descansar sobre unas piedras, mientras duerme sueña con una escalera de ángeles que asciende desde la Tierra al Cielo. Impresionado por lo que acaba de presenciar, decide erigir una estela de betilo para simbolizar la unión o residencia de Dios con él y esta región.

El sueño de Jacob.jpg
El sueño de Jacob. José de Ribera (h. 1639).

            Al igual que sucedió con la toma de Edesa por parte de los musulmanes, las distintas comunidades de Harrán tuvieron que pactar con los musulmanes la entrega de la ciudad: por un lado lo hicieron los cristianos y por otro los paganos. Para salvaguardar sus creencias los harrianos decidieron adoptar el nombre de Sabeos, una tribu mítica respetada por el Islam pues aparece citada en el Corán, escogiendo como patriarca de su pueblo a un pseudo-Hermes fruto de la mezcla del Henoc hebreo y del Idris islámico.

            La religión de los Sabeos se articulaba entorno a la adoración de los siete planetas fruto del sincretismo helenístico en donde la diosa lunar y la divinidad solar jugaban un papel preponderante: A la Luna se la sacrificaba un toro el 6 de Nisan (Abril); el 24 de Kanun II (Enero) se celebraba el nacimiento de la Luna mediante el sacrificio de ochenta animales y un gran banquete alrededor de una hoguera. Tras la conquista musulmana de la región este culto empieza a declinar, sin embargo se siguen manteniendo operativo pues la arqueología ha atestiguado la pervivencia de templos dedicados a los astros en zonas agrícolas aledañas: en Tar-‘Uz pervivía uno dedicado a la diosa lunar Salamsin en el s. IX.

           También se tiene constancia de la existencia de unos «Misterios de al-Bughadhariyin» en Harrán cuyos acólitos practicaban unos rituales muy próximos a los de Mitra. Decía el iniciador al iniciador: «¿Cuál es nuestra obligación hacia los perros, los cuervos y las hormigas? Respondía el iniciante: «Oh, sacerdote, son nuestros hermanos y el Señor es la victoria, a quien nosotros damos gracias». Siendo los tres animales símbolos dentro del culto de Mitra: el acto creador, los mensajes de Dios y la creación.

copia-de-kitab-az-zij-de-al-battani
Una copia del Kitab az-Zij. Al-Battani, matemático y astrónomo natural de Harrán.

     Para conocer la religión de Harrán son dos las fuentes que más información nos aportan sobre la pervivencia de estos cultos bajo la dominación islámica: el Catalogo de Ibn al-Nadim (s. X) (Kitab al-Fihrist) y la Crónica de todos los Pueblos de al-Biruni (ss. X-XI). En el Catálogo se recoge un listado de divinidades de los harrianos -entre los que se encuentran dioses hititas o sirios: Bel y Tamuz- así como una descripción de sus rituales. Mientras que en la Crónica aparece reflejado las fiestas mensuales de los harrianos: los 5 de Nisan (Abril) se dedicaba a Venus, etc. Otros escritos menos importante para el estudio de Harrán como la Crónica del cristiano Bar Hebraeus nos informan que bajo el califa al-Mamun su tío, Ibrahim, gobernó Harran y concedió permiso a los Sabeos para seguir practicando sus cultos con libertad.

paginas-de-la-traduccion-sobre-los-conos-de-apolonio-por-thabit-ibn-qurra
Las Cónicas de Apolonio de Perge fueron traducidas al árabe por Thabit ibn Qurra natural de Harrán.

       Habitante célebres de esta ciudad fueron Ahmad ben Washshiyya autor de La agricultura nabatea y el astrónomo Thabit ibn Qurra (836-901), autor de un Kitab acerca de las figuras celestes que penetró en la Europa latina con la traducción de Juan Hispano/Hispalense con el título De imaginibus (h. 1130), cosechando un gran éxito por su rápido ritmo de difusión y el número de copias. Uno de los talismanes diseñados por Thabit ibn Qurra era el siguiente: Si queremos librar de escorpiones una habitación debemos tallar sobre un metal (estaño, cobre, plomo, plata u oro) la imagen de un escorpión cuando la constelación de Escorpio esté en el ascendente. Acto seguido escribimos el nombre de la constelación y otros datos relativos al lugar y finalmente lo enterramos bajo el suelo de la habitación, mientras decimos: «Este es el enterramiento de esta imagen y de su especie, para que no vengan a este lugar». Todos estos tratados serán traducidos en la Península Ibérica en los siglos XII-XIII.

     El final de Harrán está vinculado a las invasiones mongolas. Antes de que eso sucediera, durante los siglos XI y XII se convirtió en una ciudad fronteriza entre bizantinos y musulmanes y, posteriormente, entre cruzados y musulmanes. Cuando los Selyúcidas ocuparon el poder fáctico del Califato dirigieron una política represiva contra Harran, destruyendo en el año 1081 el Templo de la Luna. Posteriormente fue cambiando de manos entre los Selyúcidas, los Jwarizmíes y los Ayyubíes. Convirtiéndose en una fortaleza islámica hasta que la llegada de los mongoles que arrasaron Harran y deportaron a sus habitantes hacia el año 1271.

David Pasero Díaz-Guerra.

Bibliografía:

Green, Tamara M., The City of the Moon God. Religious Traditions of Harran, New York, Brill, 1992.

Saleh, Waleed: «Aproximación a los sabeos (mandeos), minoría milenaria de medio oriente», Estudios,  Nº Especial (2001), 123-129.

 

 

 

Deja un comentario